lunes, 21 de diciembre de 2015

Anochece, estiro mis pies de todo el día. La luz y mis empeines me evocan a la infancia, y el suelo de madera, al dolor agradable que supone enderezarme y por tanto, también el camino de la vida. Todo lo corregido, duradero.....ha sido doloroso, pero enderezado. Camino positivo.


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